Cómo aparcar en batería: la guía completa
Uno de los aspectos de la conducción en los que se hace hincapié al aprender a conducir es en la forma de aparcar. Cualquier autoescuela que se precie te enseñará a aparcar bien. No obstante, sabemos que esto se puede ir olvidando con el tiempo.
Por ello, en Autoescuela Ayala te vamos a enseñar cómo aparcar en batería. Así, en caso de que tengas dudas, siempre podrás revisar esta guía para ir seguro en tu coche ¡Empezamos!
¿Qué quiere decir aparcar en batería?
Cuando hablamos de aparcar en batería nos referimos a colocar el coche en paralelo a otros vehículos. Puede haber una acera o una línea correspondiente que nos pondrá el límite para aparcar.
Esta forma de aparcar es clásica de los parkings de centros comerciales, y de aparcamientos de coches de gran tamaño a nivel general.
Aparte del aparcamiento en batería, también aparece el aparcamiento en oblicuo, en el que tenemos que dejar el coche en diagonal.
Aunque parece una maniobra complicada, no lo es si consigues aprender los pasos que te vamos a comentar a continuación.
Indica correctamente la maniobra
Antes de empezar, debes dejar una separación de medio metro como mínimo con el coche al lado. Y, por supuesto, hay que indicar hacia donde vamos a aparcar con antelación, para que el coche que venga detrás reciba la información y nos deje el espacio que vamos a necesitar.
El coche debe estar en la alineación adecuada para empezar las maniobras. Para ello, coloca tu vehículo de forma que tu parachoques trasero este alineado con la parte del vehículo que esté más cerca del hueco para aparcar.
Con esta ubicación unida a la distancia de medio metro con el vehículo cercano, podrás empezar a hacer las maniobras para aparcar en batería.
Comienza las maniobras
Con la posición comentada, el volante se gira al lado en el que se estaciona (si el hueco para aparcar es a la derecha, gira a la derecha; si es a la izquierda, gira a la izquierda). Con el volante girado al máximo, vamos metiendo marcha atrás, suavemente.
Mientras vamos hacia atrás tenemos que prestar atención al vehículo más cercano, mediante el retrovisor más cercano a este. Cuando veamos que la rueda más próxima al vehículo contiguo ha sobrepasado su faro, es cuando podemos estar tranquilos: ya no le podemos dar a este coche.
Los retoques finales
Si la maniobra ha sido con los espacios perfectamente calculados, el coche quedará completamente recto, y solo tendrás que ir equilibrando el volante hasta dejar el coche recto.
Ahora bien, es normal que no entre a la primera. En estos casos, toca mirar el retrovisor que comprueba el estado del vehículo más lejano de nuestra maniobra de aparcamiento. Una vez vemos que estamos muy cerca de ese vehículo, tocará hacer maniobras extra.
Lo único que habrá que hacer es girar el volante al lado contrario, meter primera y sacar un poco el coche. Cuando veamos que el coche está mejor, lo volvemos a meter hacia atrás, recto.
Con esto ya tendrías tu coche perfectamente aparcado en batería ¡Bien hecho!
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